El mundo del SEO es un lugar apasionante, es, por supuesto, una ciencia inexacta y no se pueden garantizar los resultados, pero una estrategia SEO tiene el deber de poner todas las competencias necesarias para ofrecer una obligación máxima de resultados.
Traemos para ti
“Consejos y trucos” para evitar caer en una mala estrategia.
El SEO, un mercado más complejo que nunca. La optimización de los motores de búsqueda (SEO) se ha convertido poco a poco en una parte importante del mundo del marketing digital. A medida que Internet crecía, la necesidad de ganar visibilidad también lo hacía. Era necesario asegurarse de que seguir siendo visible para los internautas aunque el número de páginas siguiera creciendo. El SEO se impuso por su teórica sencillez: para ser visto en la web, hay que estar bien posicionado en los resultados de los buscadores, donde la mayoría de las personas comienzan su navegación.
Y para estar bien situado, es necesario trabajar en las búsquedas relevantes para cada campo de actividad, para que los robots de los motores de búsqueda puedan proponer ciertas páginas en lugar de otras.
Como todas las buenas ideas, esta fue un éxito. Es normal: el SEO es una mezcla de palancas, a veces muy técnicas, difíciles de entender para los neófitos.
Por ello, las empresas han delegado en gran medida esta tarea en proveedores de servicios externos, y muy rápidamente, los pocos consultores de SEO de los primeros días dieron paso a una multitud enorme y compacta.
En el SEO, cuanto más amplia sea la elección, mayor será el riesgo de cometer un error. Mientras que una buena estrategia SEO puede mejorar el ranking de un sitio web a largo plazo, para así, atraer más tráfico cualificado y generar más clientes, pero una mala estrategia puede tener el efecto contrario: un ranking descarrilado, la desaparición de un sitio en el limbo de los motores de búsqueda y una ruptura neta en la generación de leads. No es raro que una empresa pierda dinero y posiciones en los SERPs (las páginas de resultados de los motores de búsqueda) en el proceso.
Una correcta estrategia debe ayudar a la empresa a escalar en las SERPs (páginas de resultados) y debe construir su éxito sobre cuatro pilares: la calidad de sus servicios, las habilidades de sus consultores, la transparencia de sus acciones y su capacidad para escuchar a sus clientes.
Entender qué es realmente el SEO
Antes de planear una estrategia, hay que entender lo que realmente hay detrás de esta disciplina. El error más común es ver el SEO como una sucesión de palancas técnicas. Pero esto ignora lo esencial: la dimensión humana y psicológica del SEO, que está estrechamente vinculada al marketing.
Para entender bien lo que es el SEO, primero hay que entender lo que quieren los motores de búsqueda, especialmente el primero de ellos, Google. Y lo que quieren es, ante todo, lo que quieren los usuarios. Por lo tanto, un sitio web bien posicionado es aquel que se sitúa precisamente donde un usuario imparcial esperaría que se situara. En consecuencia, los sitios mejor posicionados son los que responden adecuadamente a las expectativas y necesidades de los usuarios. Los que aportan un verdadero valor añadido al combinar la experiencia del usuario, los conocimientos en un campo específico y la calidad de la respuesta dada.
Los 3 Pilares Seo, Técnica, Contenido, Popularidad
El aspecto técnico es solo la punta del iceberg. Una buena estrategia SEO se enfocará en esto, tratará de determinar los mejores modos de comunicación, comprenderá el paisaje social y se adentrará en la psicología de los consumidores. El SEO despliega entonces sus alas en muchas direcciones: Buyer persona, aventura del cliente, diseño web, desarrollo, marketing digital, experiencia del usuario, creación de contenidos, promoción de productos y servicios, modelo de negocio, etc.
La estrategia SEO debe ser coherente con tu estrategia de marketing, tus clientes potenciales, tu propuesta de valor. Por ello, es esencial que se impliquen plenamente en la consecución de tus objetivos.
Una buena estrategia debe de cuestionarse.